viernes, 29 de abril de 2011

Lo que nos queda por aprender

Si, así es, nos queda mucho por aprender de nuestros mayores y de los mayores en general, la visión de las cosas con el paso del tiempo, la pausa en las reflexiones y la calidad de los comentarios, donde la experiencia hace de compañera y el tiempo es un termino que no significa prisa y agobio.
El martes pasado estuve en Manzanares, provincia de Ciudad Real, dando un curso básico de voluntariado para la fundación Castellano Manchega de Cooperación, cuando empezaron a llegar los asistentes (yo ya tenia conocimiento de que serian en su mayoría personas de tercera edad) me di cuenta enseguida de que seria un día muy provechoso, había dos tipos de personas, aquellas que la vida no les había dado la posibilidad de estudiar y así tener un mínimo de cultura, pero con una sabiduría construida a base de experiencia, trabajo y sudor, mucho sudor y aquellos que habiendo estudiado y teniendo una carrera, eran trabajadores y como se dice por los bares, "sabían de la vida"; con este tipo de gente empezamos la sesión y aunque el formador era yo me dieron una buena lección de como mirar de frente a la vida y de conocimientos de los que se aprenden con el tiempo, la voluntad de esta gente por hacer un mundo mejor es envidiable, cuando su mundo y su vida, para bien o para mal ya esta hecho, cuando los jóvenes y no tan jóvenes (entre los cuales me incluyo) somos incapaces de demostrar a los iguales como nosotros que hay esperanza para ese mundo mejor y ese mundo solidario del que nos llenamos la boca cuando hablamos y dejamos que se escurra por nuestras manos en cuanto toca ponerse manos a la obra, más nos valdría fijarnos más en la llamada tercera edad, pero que algunas veces parecen las primeras mentes y corazones de este país.

Besos cacachuchis y feliz fin de semana.

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